CONTADOR DE VISITAS

lunes, 31 de mayo de 2010

La huída

Últimamente no hay nada en el cine que merezca la pena destacar, y por eso, entre otras cosas, llevaba tiempo sin poner algo. Así que, ¿Que mejor vuelta que de la mano de Steve McQueen, Ali MacGraw y Sam Peckinpah?
Para mí, el cine empezó en la década de los 70. Concretamente, en 1972, con LA HUÍDA, la primera buena película de acción de todos los tiempos. Hasta entonces se habían hecho bastantes películas (y muchas de ellas han pasado a clásicos), ¿Pero quién quiere ver a Humphrey Bogart en un aeropuerto cuando puede admirar a Steve McQueen con un escopetón en la mano? Un año antes, su director, Sam Peckinpah, ya había hecho otro clásico, PERROS DE PAJA, con una batalla final de las que ya no se hacen, pero ya que mi género favorito es la acción y esa no se incluía de todo en él, dejemos el inicio del cine a la más cómoda fecha de 1972.
LA HUIDA tiene todos los elementos de una buena película de acción, más otros que la hacen pasar de ser una película de acción a una obra maestra: dos personajes memorablemente carismáticos pero no del todo buenos, una historia de amor, una escopeta gigante, y una batalla final.
Obviamente, para hacer referencia a LA HUIDA, es inevitable llamar la atención sobre los personajes de McQueen y MacGraw, que interpretan los dos mejores papeles de su carrera. Steve McQueen, sobre todo durante la primera parte de la cinta, no dice apenas cien palabras, pero no hace ni falta. Su aparición con su traje de chaqueta y corbata negras, su camisa blanca, y, por supuesto, su pistola, es suficiente para centrar todos los sentidos en la pantalla. No lo sé explicar, pero todo lo que lleva le pega a la perfección a su persona: su traje, sus gafas de sol, su pistola, y, sobre todo, la escopeta, le vienen como un guante (no hay más que mirar la foto. ¿No es buenísima?). Además, su personalidad se sale de la pantalla e impregna toda la película.
No menos destacable es el papel de Ali MacGraw, impasible y fiel seguidora de su marido a lo largo de toda la película. Un golpe de fuerza es, al final de la película, que empiece a pegar tiros por todos lados cuando, a lo largo de la peli, siempre había sido callada y sumisa. Este golpe es un acierto clave de la película (a mí se me pone la piel de gallina al verlos a los dos luchando juntos contra los asesinos que vienen a por ellos).
Sumados a estos dos hay una gama de personajes atípicos e inolvidables, que le dan un toque maestro a la película, y hace al espectador reconocer el talento innato de su director. Por un lado, Al Lettieri, con un personaje de asesino a sueldo despreciable (a lo que quizás se une su espantoso físico), al que se une una egoísta y aprovechada rehén (un personaje increíble: empieza siendo rehén y se convierte en aliada de su secuestrador de una manera que se hace repulsiva y a la vez fascinante). Y, por último, Slim Pickens, en uno de sus famosos papeles secundarios, representa a un alocado e inexplicablemente eufórico ciudadano que se ve envuelto en la huida de la pareja.
Otro punto destacable es la historia de amor entre los dos protagonistas, con sus altibajos a lo largo de la película, y cuyo toque es fundamental y a la vez magistral en el desarrollo de la acción. La reconciliación final en el vertedero antes de la batalla final es necesaria para que se produzca esta última.
Y, por último, el batallón final. Steve McQueen coge su escopeta del calibre doce y se abre paso entre una banda de asesinos a sueldo contratados para matarles. Mientras, su mujer coge otra pistola y le ayuda en su acción en medio de un baño de sangre al mejor estilo de Sam Peckinpah. Magistral.
En resumen, una obra maestra del cine, no sólo de acción, sino en general. Con ella empezó el buen desarrollo de la industria, a la vez que consagró a su director y a Steve McQueen como una de las estrellas del cine moderno. Una obra maestra imprescindible.

viernes, 30 de abril de 2010

Payback

Hoy me apetece volver a Mr. Gibson. Y para hacerlo, ¿Qué mejor que hablar de su obra maestra?
PAYBACK demuestra todo lo que Mel Gibson representa: pega tiros, pone cara de perro y se los carga a todos, y todo esto a lo largo de dos versiones totalmente diferentes de la película que permiten disfrutar de toda la tensión, emoción y acción el doble.
Quizás lo mejor de esta película es que el personaje de Mel Gibson no es el típico poli bueno de ARMA LETAL (no es, por supuesto, que las esté criticando. De hecho, a ARMA LETAL le debo haber descubierto a Mr. Gibson, y las cuatro de la serie se encuentran entre mis películas preferidas; todas un 10), sino que aquí es más malo, lo que le permite pegar todavía más tiros y torturar a la gente, ya que no tiene remordimiento de conciencia. Además, es un tío obsesionado con la venganza, que se convierte en el único objetivo de su existencia, dejando de lado a la mujer de su vida y demostrando así lo fantásticamente imperfecto que es su personaje. Todo esto le dota de una personalidad y un carisma que hace que se diferencie de otros muchos personajes que ha interpretado.
Otra cosa que destaco es el color de la imagen de la película, que es una especie de color antiguo, que se acerca más hacia el blanco y negro. Por lo visto, inicialmente querían rodar la peli en b/n, pero los productores, siempre metiendo las narices donde no les llaman, se negaron. De modo que el director se inventó una manera de oscurecer la pantalla muy original, que le da un toque a la historia muy adecuado, ya que está metida dentro de tramas de corrupción, mafiosos, etc. (parece que, después de todo, los productores sí sirvieron para algo aparte de dar el coñazo).
En cuanto a las versiones, no hay ninguna que me guste más; las dos son buenísimas. La original que se sacó en cines tiene una batalla final más "tranquila" (por decir algo) que se centra en la tensión y en el agobio, pues no sabes qué va a pasar (está muy bien para mover la pierna de la emoción), y tiene un buen giro de guión al final. La segunda versión (el llamado "director´s cut") tiene una batalla final con más tiros y más al estilo de Mr. Gibson, que, él sólo, es capaz de cargarse a un montón de asesinos a sueldo profesionales que actúan conjuntamente para matarlo a él. Impresionante. Quizás en ésta última versión se echen de menos algunas escenas de Lucy Liu haciendo de prostituta masoquista, que se cortan cuando en realidad se tendrían que haber dejado.
En conclusión, la mejor película de Mr. Gibson, y fundamental para toda persona en la faz de la Tierra. Un 11 y medio (de 10).

sábado, 24 de abril de 2010

Alicia en el país de las maravillas


Recientemente he abandonado el blog esperando ver una película adecuada para poder hacer una buena crítica, sin significar eso por supuesto que la película en sí misma sea buena.
Ayer fui a ver al cine la muy esperada ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS, el nuevo experimento alucinógeno de Tim Burton, director de verdaderas obras maestras como SLEEPY HOLLOW, ED WOOD o EDUARDO MANOSTIJERAS.
Johnny Depp, a diferencia de Mr. Gibson y compañía, que sólo son mis actores de acción favoritos, lleva muchos años siendo mi actor favorito. Le descubrí con SLEEPY HOLLOW, mi película favorita, y a partir de ahí empecé a devorar toda su filmografía, viéndome películas que ni siquiera sabía que existían, pero las cuales me permitieron concluir lo siguiente: Johnny Depp tiene una facilidad innata que muchos actores pueden envidiar, y es el don de poder meterse en cualquier papel e interpretarlo a la perfección. Y no sólo papeles excéntricos, que es lo que la mayoría de la gente cree; sus papeles de DESDE EL INFIERNO, LA NOVENA PUERTA o DESCUBRIENDO NUNCA JAMÁS no son nada excéntricos, sino personajes inteligentes, racionales y, en el último caso, entrañables. En resumen, es mi actor favorito y hasta hace poco no le he reprochado ni criticado nada de lo que ha hecho.
Pero ahora es diferente. Ya había visto algunos trailers y había leído críticas de ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS, y ya me había estado, por lo tanto, construyendo una opinión. Cuando vi la película la vi confirmada: Tim Burton ha perdido la inspiración, la cual agotó con SLEEPY HOLLOW, y, en sus sucesivos intentos por recuperarla, se ha ido hundiendo más y más hasta llegar a un producto infantil, superficial y hasta ridículo.
Tim Burton se ha vendido a los medios, rindiéndose ante los esteriotipos marcados por las grandes producciones (sobretodo AVATAR) y ha demostrado que hasta los grandes pueden dejar de lado sus preferecias sólo para satisfacer al público y ganar cuanto más dinero posible. Ya sólo el hecho de que estuviera en 3D le daba malas vibraciones, y con ver el trailer se podía ver que iba a ser algo deplorable. Mientras que la veía, aunque sí se notan las referencias a otras de sus películas, no se identifica con el resto de su trabajo. En CHARLIE Y LA FÁBRICA DE CHOCOLATE ya había hecho su primera inmersión en el género infantil, pero disimulada con un buen caracterizado Willie Wonka que es, a fin de cuentas, el único incentivo para ver la película. Pero con esta lleva el infantilismo a un extremo, y acaba con una película que podría haber hecho cualquier otro director, con unas técnicas pensadas más (y por lo tanto limitadas) para el 3D que para hacer una buena película. El uso excesivo de efectos especiales le hace cometer el mismo error que James Cameron: se cree tanto que tiene un estilo propio que lo explota en tal medida de manera que lo hace parecer cansino y dispensable.
Por otra parte, Tim Burton deja en evidente ridículo a su actor fetiche y a mi actor favorito, con un personaje que, aunque muy afín a sus dotes como actor, es forzado a aparecer en situaciones absurdas con un estilo de "simpático" y aniñado que hace que se cargue todas las posibilidades que tenía ese personaje. El ejemplo más claro: el baile que hace al final de la película que, sin más reparos, da vergüenza ajena (a mi me obligó a apartar la cara de la pantalla). Johnny Depp ha pasado de hacer personajes atípicos y extremadamente interesantes a hacer un personaje ridículo e infantil que, además, interpreta imitando a otros de sus anteriores personajes (Jack Sparrow principalmente y Willy Wonka) y es, para alguien que se ha visto toda su filmografía, el peor que ha hecho en su vida.
Si sólo hubiera intentado imitar la película original, un cuento surrealista, tenebroso y, de hecho, terrorífico, estoy seguro de que Tim Burton, ya que se encaja perfectamente con el resto de sus películas, hubiera hecho algo bastante mejor. Pero esto de querer hacer algo totalmente distinto, con una historia estructurada (lo bueno de la otra era que había simplemente una serie de situaciones inconexas y surrealistas) y con un cierre definitivo (esa insípida batalla final con el dragón) es un error garrafal.
En conclusión, mi actor y director favoritos, unidos en su séptima colaboración juntos, ofrecen el peor trabajo de su carrera. Atrás quedan esas imaginativas, originales y maestras EDUARDO MANOSTIJERAS, ED WOOD o SLEEPY HOLLOW. El gigante industrial ha triunfado, y Johnny Depp y Tim Burton, lanzados a la fama internacional, han sucumbido totalmente a él (qué bien queda eso, ¿no?).

viernes, 16 de abril de 2010

¡El Soplón!


Mr. Damon nunca cesará de sorprendernos. Dado que con Bourne ya lo hizo, he indagado un poco más en su filmografía y he dado con lo que estaba buscando: la prueba de que Mr. Damon no es sólo un actor de acción, sino que es un actor.
¡EL SOPLÓN! es una película por la que Matt Damon debería haber recibido un Oscar. Sólo el hecho de que haya dejado de lado su figura de musculitos chulo estilo Bourne es motivo para tenerle en cuenta en esa ceremonia. Su fuerza de voluntad para degradar su cuerpo hace que parezca años mayor, pareciendo una persona totalmente diferente en su posterior papel de INVICTUS, en la que vuelve a recuperar su cuerpo normal. Pero, por supuesto, el cambio físico no es suficiente para darle un Oscar; Mr. Damon sale al paso de este problema con una interpretación magistral, que da una bofetada en la cara a quien pensara que sólo era bueno para papeles de acción, y que me aventuraría a decir es la mejor de su carrera, y si no, desde luego la más atrevida y arriesgada. No le reconocemos en un papel nada serio y totalmente cómico. Yo diría que hasta su tono de voz es diferente. Adopta una postura de persona inocente e ingenua, para luego ir volviéndose más serio a medida que avanza la película. Mr. Damon encaja a la perfección este cambio, que acaba revelando a un verdadero genio de las finanzas y del fraude económico. ¿Sobreactúa? Sí, por supuesto, si no, desentonaría con el tono de la película. Todos los personajes son locos y excéntricos, salvándose un par que son los más secundarios y menos importantes.
Pero para sacar ese talento latente en Mr. Damon también se necesita un buen director, y la película lo ha encontrado en Steven Sodenbergh, quien también se aparta de un cine más al estilo Bourne, como eran las tres de OCEAN´S ELEVEN (en las que ya participó con su protagonista en esta película), para hacer algo totalmente diferente. Destaco sobre todo de la dirección el tono de la película (sí, tono). Me refiero al color que adopta la pantalla, totalmente apropiado para la época dela película; parece que realmente nos introducimos en los años 90.
Por último, destaco su MAGISTRAL, PERFECTA Y EXCELENTÍSIMA banda sonora. Compuesta hasta la última nota por Marvin Hamlisch, nos presenta una música irónica, divertida y totalmente acompasada (nunca mejor dicho) al ritmo y estilo de la película. Cada vez que sale la música en la película, a mi se me subía la autoestima y, consecuentemente, me iba gustando cada vez más. Desde aquí recomiendo que quién pueda la escuche, sobre todo los temas MEET MARK, THE RAID y CAR MEETING (Aquí incluyo una dirección para que la escuche el que quiera: http://www.lashorasperdidas.com/index.php/2010/01/07/¡el-soplon/).
En conclusión, una película excelente, que demuestra el talento de todos y cada uno de sus participantes, haciendo de ella una película que sí es realmente merecedora de unos de los famosos premios de la academia, si no fuera por que la gente se deja llevar más por éxitos comerciales como AVATAR.

martes, 6 de abril de 2010

La trilogía de Bourne

Un nuevo descubrimiento se ha sumado a mi lista de actores de acción favoritos, que de éste modo pasan a ser Mr. Gibson, Mr. Willis, Mr. Ford, Mr. Schwarzenneger y Mr. Damon, Mr. Matt Damon.
Recientemente me he comprado la TRILOGÍA DE BOURNE, en un intento por descubrir un nuevo personaje que satisfajera mis ansias de acción que ya no consigo encontrar por ninguna parte, y desde luego no fallé. LA SAGA DE BOURNE eleva el término acción a el máximo exponente, dando como resultado tres películas que no te dejan levantarte del asiento con algunas de las persecuciones y secuencias de acción más memorables de todos los tiempos.
Desde aquí felicito a Doug Liman y a Paul Greengrass, los dos únicos directores de esta saga, por hacer estas tres delicias del cine de acción contemporáneo. Desde la primera entrega, se nos introducen secuencias de lucha de una rapidez que asusta, con unos movimientos excelentemente coreografiados y con una dirección de escena impecable que, aunque la primera vez no se puede apreciar del todo, muestra todos los movimientos que se incluyen en el desarrollo de la batalla.
Además de estas batallas, las persecuciones en coche son no menos que espectaculares, con una velocidad que no permite alejar los ojos de la pantalla por que si no se pierde totalmente el hilo de lo que está pasando. A destacar la persecución de quince minutos de EL MITO DE BOURNE, que es, para mí, el momento más emocionante de la saga entera.
En los exigidos e inevitables momentos de "relax" (y relax sólo porque no hay muertos, pistolas y explosiones por todas partes, no porque no ocurra nada), el guionista y el director se encargan de que no se pierda la intensidad de la película con escenas de tensión incesable en los que el incombustible Jason Bourne ha de eludir, haciendo uso de sofisticadas técnicas de espionaje que es un gusto admirar y una rapidez implacable, a policías, organismos secretos y asesinos a sueldo mientras que es buscado en conjunto por cientos de países a lo largo de todo el mundo.
Matt Damon ofrece una interpretación magistral del ex-espía Jason Bourne, alias David Webb, en la que se hace patente su transformación desde la confusión e incomprensión de la situación a su alrededor de la primera película, hasta el completo control de los elementos a su alrededor y la manipulación de la que demuestra ser capaz en la tercera entrega que le permiten eludir y engañar a sus perseguidores.
En conclusión, una excepcional película de acción con un ritmo trepidante, como debe de ser, en la que el cine demuestra una vez más que el tópico de que las películas de acción son americanadas mal dirigidas y sólo hechas para sacar pasta es falso, ya que tanto los amantes del cine de acción (como servidor) hasta los que van a ver la película por pleno aburrimiento pueden apreciar que son películas con las que es imposible aburrirse. Yo voy a ir un poco más allá, y voy a decir, a riesgo de que se me considere exagerado, que estas son las verdaderas obras maestras del cine actual. Ahí queda eso.

La matanza de Texas 1974


Recientemente he desobedecido al gobierno y a la ley en un ansia de rebelarme contra el sistema establecido y me he aventurado a descargarme ilegalmente LA MATANZA DE TEXAS por Internet. Pero no la nueva (del 2006, me parece) sino de la Tobe Hooper de 1974, que es la original de una serie de secuelas y de la que se hizo el ya mencionado remake.
Yo ya había visto la de LAS COLINAS TIENEN OJOS, (otra vez, la original), de Wes Craven, que es una película que más que miedo da risa. Es chapucera y no consigue infundir ese miedo que, estoy seguro, Wes Craven buscaba (razón por la que probablemente produjo el remake que se hizo en no sé que año de los 2000).
Al empezar a ver LA MATANZA DE TEXAS me esperaba algo parecido, pero no fue así. Ya sólo el comienzo, con inquietantes y breves planos de cadáveres descompuestos de los que se están sacando fotografías es un acierto. A medida que avanza la película, se nos presenta a los protagonistas en un ambiente extraño y desconcertantemente terrorífico, con una galería de personajes de lo más siniestra. La historia trata de la experiencia real de un grupo de amigos que salen de acampada unos días y tienen la mala suerte de toparse con una hambrienta familia de caníbales antropófagos liderados por el ya emblemático "Leatherface".
Hay escenas fantásticas, como la larga secuencia en la que una autoestopista deformado se mete en la caravana de los protagonistas y revela su retraso mental al tiempo que se hace cortes a él mismo y ataca a uno de los personajes principales. A partir de esa escena, no nos podemos fiar de nadie que aparece, pues todos, o parecen amenazantes o tienen una doble cara.
La primera aparición de "el malo" es quizás más decepcionante ya que no asusta, pero la espontaneidad con la que empieza la acción sorprende (un tío con una máscara sale de una habitación, le da un martillazo a uno en la cabeza y se vuelve a meter dentro, cerrando la puerta de un portazo. Todo esto pasa rapidísimo, y hace que te quedes del otro lado).
La pobre protagonista pasa por una de las peores odiseas por la que ha pasado un personaje de película de terror. Nada más presenciar el brutal asesinato de su hermano inválido, comienza para ella una incesante persecución de por lo menos 15 minutos en los que la pobre imbécil no hace más que gritar (¿Es que no ve que nadie la va a ayudar?) y correr sin parar. Esta parte es una de las más fantásticas de la película, y el hecho de que es absolutamente delirante la hace todavía mejor.
Otra escena delirante y maestra es cuando a la protagonista, ya secuestrada y por tanto en la casa de los caníbales antropófagos, la quieren matar a martillazos. Para ello, la familia, que tiene muy en cuenta a todos sus miembros (qué majos, oye) bajan al (literalmente) cadáver del abuelo, que, inexplicablemente, muestra signos de vida, del piso de arriba para que la mate él. Los nietos le ponen el martillo repetidamente en la mano para que le golpee la cabeza a la chica, pero continúa soltando continuamente el martillo, incapaz de acertar el golpe. Ver en pantalla a los dos retrasados que tiene por nietos ese hombre ponerle el martillo, y cómo sucesivamente se le cae de las manos, es, de nuevo, delirante pero hilarante.
Y, por último, el enfrentamiento final es quizás lo mejor de la película: Leatherface persigue a la protagonista y a un camionero que se ha dignado a ayudarla por la carretera mientras que los coches van pasando. Yo no me podía reír más: o sea, es como si, yendo en coche, vemos a un psicópata con una motosierra detrás de una rubia ensangrentada y un gordo, todos corriendo desperdigados por la mitad de la calle. Delirante.
En conclusión: ésta, al igual que LAS COLINAS TIENEN OJOS, también da más risa que miedo, pero por razones bien diferentes. Mientras que la de Craven es una película chapucera y, sinceramente, mala, ésta es una película cinematográficamente buena, con planos y secuencias muy bien dirigidos pero con situaciones hilarantes. De todos modos, la risa siempre trae consigo un trasfondo amargo, que crea una mezcla perfecta para constituir esta delicia cinematográfica.

La trilogía Millennium


Si Stieg Larsson sólo hubiera escrito un libro de la Trilogía Millennium ahora mismo seguiría vivo, llevaría una feliz vida en pareja y sería multimillonario. Me explico:
Larsson murió al ir a una de las oficinas de periodismo donde trabajaba para ganarse la vida para dejar un artículo. La oficina estaba en la séptima planta, y el ascensor no funcionaba, de modo que tuvo que subir los siete pisos a pie. Su corazón, que se había visto forzado a aguantar consecutivos paquetes de cigarros y tazas de café mientras que escribía esas cerca de tres mil páginas para sus novelas, no pudo resistir más y, cuando el escritor alcanzó el séptimo piso, se paró. Acababa así la vida de uno de los escritores más reconocidos de los últimos tiempos.
Si sólo hubiera escrito la primera novela, su corazón sólo hubiera tenido que soportar el café suficiente para la primera novela, y considerablemente menos cigarrillos, además de que el texto se habría publicado antes, ya que Larsson se ocuparía de ello en vez de dedicarse a escribir el resto de partes, y él no tendría que haber subido esas siete plantas a pie, ya que habría dejado su trabajo como periodista para vivir del éxito de su libro. Así, la película también se habría hecho antes, y los beneficios le habrían convertido en un verdadero multimillonario.
Además, ese único libro le habría ahorrado escribir otras dos partes que, sinceramente, distan mucho de la maestría de la primera, y también una segunda adaptación al cine desastrosa y una tercera parte que, aunque pasable, es bastante dispensable.
Yo no me he leído ninguno de los libros, pero me he visto las tres películas, y tengo ideas muy claras de cada una:
Cuando fui a ver LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES, no tenía ni idea de de qué iba esa historia. Una amiga de mi madre se lo había leído, y me sonaba el nombre, pero en realidad no sabía ni de qué trataba la historia. Pero como no tenía nada que hacer y me apetecía ir al cine, me metí en la sala donde la echaban y la vi. Salí del cine maravillado, consciente de que había visto un peliculón, con una historia buenísima y unos personajes fantásticos. Fue una película desagradable y, al mismo tiempo, bella. Tenía una historia oscura en medio de la cual surgía una tenue pero intensa y original historia de amor entre dos de los mejores personajes que se habían dignado a ser creados últimamente. La película es redonda y, después de haberlo pasado fatal en sucesivas escenas de violaciones o asesinatos, salí contento del cine. El guión es interesante y absorbente, y la manera de la que los dos personajes principales se juntan es verdaderamente emocionante. En resumen, me encantó.
Ante este éxito, me conseguí el segundo libro y lo empecé: de nuevo, fantástico. Sin embargo, a la mitad del libro Lisbeth desaparece durante doscientas páginas, y la historia va decayendo de tal manera que acabé por dejarlo a la mitad. Cuando fui al cine LA CHICA QUE SOÑABA CON UNA CERILLA Y UN BIDÓN DE GASOLINA sabía lo que me esperaba, y así fue. Me encontré con una película decepcionante, pésimamente hecha (quizás por el hecho de que, ante el éxito de la primera parte, se apresuraron a hacerla descuidando todos los detalles) y con una historia aburridísima. El primer fallo que le veo es que Larsson centra la historia en la vida privada de Lisbeth Salander. Lisbeth es un personaje misterioso y original, en el que la falta de detalles sobre su vida no hace más que ensalzar su intrigante personalidad. No hace falta saber más de su vida porque eso lo hace más misterioso. Sin embargo, se nos obliga a ver una película de dos horas y media que no trata de otra cosa. En la primera parte, dos personas separadas se unen por el destino para investigar un caso que no tiene nada que ver con ellos. Sin embargo, que ahora el objetivo central de la investigación sea la vida privada de uno de ellos hace que pierda. Además, como ya he dicho, está muy mal rodada y preparada, de modo que eso hace que la película se haga aún más cansina.
El libro de LA REINA EN EL PALACIO DE LAS CORRIENTES DE AIRE ni siquiera me lo leí, pero, al haber visto las otras dos películas, fui a ver el desenlace. Desde luego, no es como la segunda: la película está mucho más cuidada en cuanto a técnica cinematográfica y es mucho más interesante. Se trata de una investigación constante, por lo que no se hace pesada ni aburrida, ya que te hace estar atento constantemente. Y además, como clímax, se cierra la investigación satisfactoriamente y se dedican los últimos quince minutos a una entretenida batalla final en la que Lisbeth nos vuelve a mostrar todo su potencial y que, a pesar de su infantil aspecto, es más mortífera que otros muchos personajes que quieren ir de héroes pero son, en resumidas cuentas, idiotas (ejemplo: Jake Sully de Avatar). Sin embargo, la película no es más que un mero pasatiempo que no te hace salir del cine contento, cosa que sí conseguía la primera parte, a pesar de que, en cuanto a la relación entre los dos personajes principales, acaban igual. Por último, resaltar lo mismo que antes: la película se sigue centrando en la vida de Salander que, encima de que no se tendría ni que hablar de ella, ocupa no sólo una, sino los dos últimos libros de la saga.
En conclusión, yo me quedo con la primera, que es una película no sólo entretenida sino además buena y que ata todos los cabos lo suficientemente bien como para no necesitar otras dos partes más. Mucha gente puede argumentar que cómo me atrevo a hablar de la saga, de ésta fantástica y literariamente perfecta trilogía, sin haberme ni siquiera dignado a leerme los libros. Sin embargo, recuerdo que estoy escribiendo sólo de sus adaptaciones cinematográficas, Y NADA MÁS. Si quisiera hablar de las novelas, podría decir que no están demasiado bien escritas y que lo único que han conseguido es una buena protagonista, porque la historia tampoco es demasiado original, pero eso sería extenderme a otro terreno.

Tesis


Alejandro Amenábar ha descubierto hace poco esa sensación de poderío y reconocimiento que proporciona la fama internacional primero con LOS OTROS, y, más recientemente, con ÁGORA. Sin embargo, cuando por primera vez debutó en el cine con escasos medios pero muy buenas ideas es cuando realmente demostró todo su talento como director.
Hace poco he visto TESIS, la primera película de Amenábar, y me encantó. No es una película con medios excelentes, ni con actores que se salgan de la pantalla (de hecho algunas veces son bastante malos), pero se nota que el tío tenía imaginación y era capaz de crear escenas terroríficas de las maneras más simples.
Mientras que evita las imágenes violentas, consigue un ambiente adecuado sólo con gritos escandalosos. Muestra sólo lo justo, y todo lo demás nos lo deja a nosotros para que lo concibamos en nuestra mente, que divaga haciéndonos imaginarnos las cosas más horrorosas. Al no tener medios, no podía hacer nada desagradable, de modo que tiene que ingeniárselas para poner una disculpa siempre que vaya a aparecer algo y no tener que enseñarlo.
Los personajes de los protagonistas también son buenísimos, y dan lugar a un entramado de personalidades misteriosas y traicioneras que crean un ambiente de tensión, desconfianza y confusión que hace que la película sea más desconcertante y que la intriga, que es uno de los pilares de la trama, sea más eficaz.
Los actores son, en general, buenos, si bien es verdad que de vez en cuando llegan a rozar la falsedad en sus frases. Pero eso lo he achacado quizás a un guión con frases no muy naturales, que hacen que los actores al recitarlas parezcan peores de lo que en realidad son. Fele Martínez, que hace de mejor amigo de Ángela, la protagonista, es quizás el mejor actor de todo el reparto. Pero Eduardo Noriega también es bueno en un papel del que no sabes si desconfiar en todo momento.
El guión, por último, es de los mejores que he podido apreciar últimamente. La trama no es demasiado intrincada ni complicada, y en vez de buscar una historia rebuscada y difícil de entender, se centra en desconcertar al espectador haciéndonos creer que todo el mundo es quien no parece ser, para luego hacernos descubrir que lo que creíamos era verdad, en realidad no lo es.
En conclusión, es una de las películas que más me ha gustado de las que he podido ver últimamente, y mucho mejor que las nuevas de Amenábar en las que se ha dejado corromper por la espectacularidad y la comercialidad de la industria estadounidense.

Expediente X


Ultimamente me ha estado diciendo mi otro yo que tenemos que recuperar la afición por esa primera serie que nos gustó, que tanto nos costó conseguir y ver entera, que nos inquietó, nos vició, y nos capturó: THE X FILES - EXPEDIENTE X.
Mulder y Scully, en sus cientos de casos, nos fueron introduciendo cada vez más en un mundo de conspiraciones gubernamentales, abducciones extraterrestres y presencias extrañas al tempo que su relación se fortalecía e iban sacrificando más el uno por el otro. Fueron los dos segundos verdaderamente carismáticos personajes de la historia de la televisión (los dos primeros siendo, por supuesto, Maddie Hayes y David Addison en LUZ DE LUNA (MOONLIGHTING)), y eran, en parte, sus diferencias e ideas contrapuestas (las gracias y las paranoias de Mulder vs. la seriedad y el escepticismo de Scully) la que nos empujaban a seguir viendo la serie.
Aparte, por supuesto, estaba esa gran e intrincada trama de intriga extraterrestre que controlaba la historia. Los dos protagonistas, juntos inicialmente para que Scully pudiera sacar a la luz la irreverencia de las teorías de su compañero, van descubriendo que alrededor de ellos se está tejiendo una conspiración que no solo afecta a su lugar de trabajo, el FBI, que ya de por sí es una importante agencia del gobierno, sino que además llega a las altas esferas del poder para encubrir una verdad aterradora: unos pocos están negociando con una raza alienígena las características de una invasión mundial para el 22 de Diciembre del 2012, intentando salvarse a sí mismos en el proceso.
La historia de la relación entre los dos protagonistas es otro de los pilares de la serie. Inicialmente, había sutiles referencias a que ambos se importaban mutuamente, pero, a medida que avanza la serie, se le va dando más importancia a su relación de tal manera que en la temporada 9 el hijo de ambos es el motivo central de la trama. Es fantástico ver como se empiezan a llevar bien desde el principio, y como Scully pasa de los comentarios graciosos de Mulder y le reprocha todo lo que dice de sus teorías.
EXPEDIENTE X: LA PELÍCULA (THE X FILES: FIGHT THE FUTURE) e otro gran acierto de la serie. La trama toma otra visión totalmente diferente y se hace mucho más interesante y emocionante. La relación entre ellos también toma otra dimensión y, tras estar a punto de besarse, Mulder hasta llega a la Antártida y se mete en el interior de una nave extraterrestre para rescatar a Scully y curarla de un virus que la someterá a los invasores en uno de los momentos más emocionantes, tensos y emotivos de la serie. En la película tembién se trata más a los conspiradores y sus intenciones, y como el secreto es mucho peor de lo que parecía hasta el momento.
Sin embargo, con todos estos aciertos conseguidos, Chris Carter, el propio creador de la serie, asesinó a su propia creación con la insulsa y decepcionante EXPEDIENTE X: CREER ES LA CLAVE (X FILES: I WANT TO BELIEVE). El primer fallo es hacer una historia que no guarda relación con la trama principal, centrándose en una ininteresante historia sobre poderes psíquicos y experimentos médicos después de un final de tal fuerza que ofreció el último y pesimista capítulo de la temporada 9. Además el tono de la serie se pierde en una historia mucho más oscura y violenta que contrasta con el resto de temas tratados por la serie: los curas pedófilos y los homosexuales que quieren "cambiar" de sexo no son habituales en la mitología de EXPEDIENTE X. Además, la relación entre ellos se deteriora y se complica y, aunque al final acaban juntos, se les nota más distantes y tristes, no como al final de la primera película, que acaba con los dos cogidos de la mano. Pero desde luego, el mayor fallo, como ya he dicho, es apartarse de la trama de los extraterrestres en vez de intentar buscar un final o una solución para esa inminente invasión. Dedicar la película a un tema tan banal como las desapariciones de unas cuantas mujeres, sabiendo que los personajes están al tanto de un secreto de tanto peso como el fin del mundo es algo surrealista y, sinceramente, malo.
Pero, en conclusión, EXPEDIENTE X no tiene muchos fallos destacables y, a pesar de algunos capítulos prescindibles y ese error final, sigue siendo una de las mejores series que ha dado la historia de la televisión, y sus incondicionales (como servidor) seguirán recordando a esos dos investigadores inmortales que nos mostraron que la verdad, únicamente, está ahí fuera.

Collateral


El martes por la noche echaron por la tele la peli de COLLATERAL y la vi a ver qué tal (me habían dicho que estaba muy bien pero nunca me había puesto a verla). Puedo decir que hacía tiempo que una película no me gustaba tanto.
Para empezar, es una película que no tiene un único género, por lo que no puedo decir directamente de qué es. Al contrario, trata varios géneros a la vez. A la vista (con ver a Tom Cruise) se puede pensar que es una película de acción. Y no sería un pensamiento erróneo. La película tiene secuencias de acción que hacía tiempo que no veía en el cine. Al personaje de Tom Cruise (que me parece que es el mejor de su carrera) le pega genial la pistola y tiene un estilo buenísimo. Es extremadamente formal, con su chaquetita, su camisa blanca, pero luego el tío se carga a dos macarras pegándole tres tiros a cada uno (bueno, me parece que a uno le pega cuatro, pues cuando ve que aún está vivo le dispara otra vez (fue aquí cuando mi otro yo me dijo "esta es una de las tuyas")) o es capaz de cargarse a tres guardaespaldas fácilmente. En resúmen, me ENCANTA Tom Cruise en esta película, y voy muy en serio pues hasta lo pongo a la altura de Mr. Gibson. Con todo esto quiero decir que sí es una peli de acción, y de las buenas, que no dejará a sus amantes (como servidor) indiferente. Batalla final: 10.
Pero, como ya he dicho, no es el único tema que trata. También se centra mucho en las relaciones entre los dos personajes principales: Tom Cruise y Jamie Foxx. Al principio la relación es distante pero, a medida que se suceden los acontecimientos va surgiendo un cierto compañerismo entre ellos, hasta llegar al punto en le que Tom Cruise le lleva a salvar la vida a su compañero. Ese es uno de los mejores momentos de la película. Este centrado de atención en la relación pega genial con el estilo de la peli, y la hace mucho más emocionante.
El final también está genial, no lo voy a destripar, pero sí decir que el giro de guión es buenísimo y la persecución final emocionantísima.
Dicho esto, no encuentro nada más que destacar, más que recomendársela a todo el mundo.

E. T.



Ahora mismo estoy escuchando la música de E. T., y me siendo lo suficientemente inspirado como para escribir algo acerca de esa película, de modo que allá va:
Me acuerdo de haber visto E. T. cuando era pequeño, pero nunca le había dado mucha importancia y, de hecho, la recordaba como una película menor. Sin embargo, esta pasada Navidad la estaban echando en Cuatro, y la pillé un momento. Me quedé sorprendido de mi ignorancia y estupidez al descubrir que, con sólo ver 15 minutos (que fue lo que me dio tiempo a ver, debido de que estaba ahí mi familia y algún caso le tendría que hacer), se evidencia que es una OBRA MAESTRA DEL CINE.
Spielberg tiene un don innato para combinar lo bueno y lo comercial, y en E. T. deja eso al descubierto totalmente. Desde lugo, es una película muy comercial, y quien diga que no se equivoca (sólo hay que ver el argumento: la amistad (tema extremadamente comercial y explotado por el cine), y el dinero que se gastaron al hacer el muñeco lo tendrían que reponer con algo, por lo que hicieron una película que generara muchos ingresos). Pero bueno, eso no es nada malo, porque así su grandeza llega a más gente. Y, además, como he dicho antes, la película combina lo comercial y lo maestro. No es la típica peli comercial con un guión para salir del paso, sino que está muy bien escrita y, además, está el gran talento de Spielberg. O sea, escenas como la del porche, la de la bici delante de la luna o la EMOTIVÍSIMA despedida final son míticas en la historia del cine. Pero además, la película tiene la suerte de contar con un reparto excepcional. Yo no sé de dónde sacarían a esos niños pero desde luego el director de casting puede dormir tranquilo durante el resto de su vida. Drew Barrymore hace el mejor papel de su carrera con esos alaridos que pega y Henry Thomas, el niño que hace de Elliot, supera con creces a todos los demás actores de la película.
Una de las partes que más me gusta (quizá por la aportación de mi tía) es cuando E. T. entra por primera en la casa y Elliot le empieza a enseñar sus juguetes, su hucha y sus peces. Le dice que la comida se le hecha a los peces así, el dinero se mete en la hucha con forma de cacahuete asá, y un par de cosas más. A esto, E. T., concentrado pero confuso, se mete algo en la boca y Elliot le dice que no se come, y es entonces cuando mi tía dice: "Es que el dinero dentro del cacahuete y la comida de peces es demasiado para él." Así dicho no es tan gracioso, pero yo no paraba de reírme, y desde entonces me encanta esa escena.
Otra fantástica es cuando los hermanos de Elliot ven por primera vez a E. T. Drew Barrimore empieza a gritar, el hermano tira la estantería, E. T. alarga el cuello y se pone a correr con las manos para arriba... en fin, un caos, y yo no me puedo parar de reír.
Y bueno, que aunque todo el mundo del mundo ya ha visto E. T. y esto no es nada nuevo, me apetecía escribirlo, porque así ya hay algo más que diga lo buena que es esa película, que realmente sí que marcó una antes y un después en la historia del cine (en el género de la amistad, de la ciencia ficción...), no como otras que dicen que también revolucionan peto no son más que meros pasatiempos prescindibles, como la ya comentada AVATAR.

Avatar


Bueno, tengo que escribir de la reciente AVATAR, esa que no solo han anunciado como la mejor película de James Cameron, sino como una de las mejores películas de la historia del cine, que además va a revolucionar la industria cinematográfica y de la que ya se están preparando dos partes más.
Bueno, pues yo digo:
1. Es la peor película de James Cameron.
2. Una de las peores películas de la historia del cine.
3. Si esto es de lo mejor que (supuestamente) puede dar el cine es que el cine no es lo que yo creía que era.
La película no es sólo que sea predecible (estuve imaginándome el final (pero todo, es decir, hasta el emplazamiento de la última escena) durante la última media hora, y hasta llegué a imaginarme el último plano), sino que además es aburrida y, a riesgo de parecer pedante, el guión es simple, tiene errores, el argumento es plano y los personajes son simples y unifacéticos. Ni comparables a esa Ripley de ALIENS o a esa Sarah Connor de TERMINATOR o al personaje que lleva este mismo nombre. Sam Worthington es un tío pesado, no tiene estilo y no puede sino imitar terriblemente a los grandes.
Aparte, esas tres horas de película se pueden resumir perfectamente en una y media, y toda esa paja que hay entre el principio y la batalla final es prescindible. Mucho mejor esa escasa hora y media de PIRAÑA 2, una película chistosa en cuanto a técnica cinematográfica, pero mucho más humilde que AVATAR y, para mí, mas entretenida, porque con esa al menos me río.
James Cameron, he concluido, no es más que un muy buen director (para que no me digan) que, al subírsele a la cabeza el éxito de su espectacularidad, ha acabado por hacer películas que solo tienen efectos especiales, dejando de lado todos los demás aspectos que hacen una buena película. En ALIENS, TERMINATOR 2: EL JUICIO FINAL o MENTIRAS ARRIESGADAS, sabe combinar bien todas esas cosas, pero ahora solo se fija en esa espectacularidad que, después de todo, es lo que le hace rico.
Pero vaya si la película ha tenido éxito, lo que deja al descubierto las preferencias del público actual, que solo busca espectacularidad y guiones que no les hagan pensar. Como decía Franco, "Al pueblo, pan y fútbol" pero, ¿Es eso el cine?

Firewall


Creo que la última buena película de acción, que realmente me emocionó, me tuvo en tensión y me satisfizo plenamente en cuanto a batalla final fue FIREWALL.
Yo, hasta hace un mes, ni siquiera sabía que existía (aún siendo Harrison Ford unos de mis cuatro actores de acción favoritos (en orden son: Mr. Gibson, Mr. Willis, Mr. Ford y Mr. Schwarzenneger)), por lo que deduzco que no debe de ser muy conocida.
Esta que es una película de intriga-acción de las buenas, de las clásicas, como las que a mí me gustan.
En ella un Harrison Ford ya bastante entrado en años demuestra que todavía puede ser chulo, más listo que nadie, y que todavía puede cargárselos a todos. Es una película que tiene secuencias de una tensión trepidante (mi pierna casi se me disloca de tanto moverla de la emoción), y otras de acción que, aunque no espectacular, nos hace decir "Mr. Ford sigue ahí."
A primera vista, parece otra de esas americanadas que se hacen y que pasan sin pena ni gloria, y quizás hasta esté estructurada de esa manera. Pero a mí no me parece como otras, que sí que son malas, como AIR FORCE ONE. Es una película que realmente está muy bien, y que, aunque es una de esas típicas, está fantásticamente hecha (no es tan fácil hacer una película de acción que de verdad entretengan).
Conclusión: Mr. Ford vuelve a las andadas y nos demuestra que está en plena posesión de sus facultades, llegando a superar, incluso, al grandísimo Mr. Gibson.

Celda 211


Hace poco me fui a ver la de la CELDA 211, curiosamente justo antes de que le dieran el Goya. Me habían dicho que,dados mis gustos, la película me iba a encantar. ¡Pues qué mal me conocen!
Entré en el cine creyendo que iba a ver un peliculón, y salí con las manos vacías. Me habían dicho (los mismos que antes) que era una película de intriga, de tensión, y que el final es impredecible. Vamos, que yo iba a verla creyendo que hasta el final iba a estar agarrado al asiento, sin poder comer ni una sola palomita por lo mal que lo estaba pasando. Y nada, que ninguna de esas cosas. Me pareció una película sosa, insípida, con un guión y unas actuaciones totalmente normales. ¿Tensión? ¿Pero qué tensión? ¡Si no hay tensión! Estuve toda la película totalmente tranquilo. No lo pasé mal ni un solo minnuto, ninguna escena me hizo mover la pierna de la emoción y, cuando al final al protagonista lo matan, dije "Ah, vale. Se ha muerto."
¿Y qué hay del otro? ¿Cómo se llamaba? Luis Tosar, ese. Que sí, que muy malo durante toda la peli pero al final le pegan un tiro y de ahí no se levanta. ¿Para qué quiere tanto músculo si no nos va a ofrecer una batalla final?
Me parece que la gente es muy impresionable y se deja llevar por eso de las críticas y las nominaciones. Conque en una revista digan: "CELDA 211 es buena" y al día siguiente la nominen para los Goya basta para que la gente diga "CELDA 211 es la mejor película de este año" y se gasten dinero para ir a verla. Yo, personalmente, voy en una de una buena historia, no por las nominaciones. De hecho, las películas de las nominaciones suelen ser malas (el mejor ejemplo es una de las peores películas de Mr Gibson: BRAVEHEART, ganadora de no sé cuantos Oscars), mientras que las más ignoradas suelen ser muy buenas.
Yo lo veo así: CELDA 211 es el resultado de la dirección de un crítico de cine pedante que se creía que por escribir de cine sabía hacer la mejor película del cine español (por supuesto, servidor no es de la misma naturaleza que Daniel Monzón, y es consciente que si hiciera películas no llegarían ni a la suela de clásicos como ALIEN, SLEEPY HOLLOW, o cualquiera de las películas de tiros de Mr. Gibson).
De modo que: 1. CELDA 211 es muy mala.
2. Hay que ignorar las nominaciones.

Al límite




Bueno, como tengo que iniciar el blog con algo, ¿Qué mejor que hablar de algo de lo que más me obsesiona en estos momentos? El único, irremplazable e irrepetible Mel Gibson.
Sí, ese Mel Gibson que nos ha dejado abandonados durante siete duros años sin hacer un papel protagonista de esos que se le dan tan bien. PERO HA VUELTO. Más malo, más grande y más viejo que nunca.
El otro día fui a ver AL LÍMITE. Llevaba queriendo ver esa película desde que oí que la estaban haciendo, por lo que no es difícil imaginar lo mucho que esperé. Después de interminables y tentadores meses que me incitaban a ver las versiones filtradas de la peli en Internet, llegó el esperado día. Hasta había soñado ya con la película. Quedé con amigos, les advertí que ese sería uno de los días más importantes de su vida, entramos en el cine (acompañados de palomitas, por supuesto) y esperamos a que se apagaran las luces...
¡Qué decepción me llevé al ver que hasta para Mel Gibson los años no pasan en vano! Pega tiros, sí, pero pocos y fáciles, y se echan de menos esas secuencias de acción tipo ARMA LETAL. Estuve toda la noche fastidiado y dándole vueltas a la cabeza para sacarle cosas buenas a la película, sin conseguir nada. Pero sabía que sin conseguirlo no me iba a dormir. Así que pensé, pensé, pensé más, y más, y más, y... lo conseguí.
Es cierto que la peli no es como otras de Mr. Gibson, que era lo que yo me esperaba, pero no importa. No hace falta. El tío tiene 53 años y, aún así, sigue cabreándose, cogiendo la pistola y pegando palizas. ¿Secuencias de acción ESPECTACULAR? No. ¿Hace falta? Tampoco. Hay suficientes como para mostrar que Mr. Gibson es tan o más malo que antes, y que aún sabe hacer las cosas bien y salirse de situaciones peliagudas rapidamente y mejor que nadie. En realidad, sería más triste que se imitara y repitiera a sí mismo una y otra vez, en vez de innovar. Aquí trabaja más las caras y los diálogos, combinados con secuencias de acción que, aunque breves, perfectamente eficaces y emocionantes.
En conclusión, yo estaba equivocado. Mel Gibson ha vuelto, y de la mejor manera (sólo ver la manera en la que empieza la batalla final y el tiro que pega.). ¿Planea irse? Como él mismo dice en la película, "Aún no."