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viernes, 30 de abril de 2010

Payback

Hoy me apetece volver a Mr. Gibson. Y para hacerlo, ¿Qué mejor que hablar de su obra maestra?
PAYBACK demuestra todo lo que Mel Gibson representa: pega tiros, pone cara de perro y se los carga a todos, y todo esto a lo largo de dos versiones totalmente diferentes de la película que permiten disfrutar de toda la tensión, emoción y acción el doble.
Quizás lo mejor de esta película es que el personaje de Mel Gibson no es el típico poli bueno de ARMA LETAL (no es, por supuesto, que las esté criticando. De hecho, a ARMA LETAL le debo haber descubierto a Mr. Gibson, y las cuatro de la serie se encuentran entre mis películas preferidas; todas un 10), sino que aquí es más malo, lo que le permite pegar todavía más tiros y torturar a la gente, ya que no tiene remordimiento de conciencia. Además, es un tío obsesionado con la venganza, que se convierte en el único objetivo de su existencia, dejando de lado a la mujer de su vida y demostrando así lo fantásticamente imperfecto que es su personaje. Todo esto le dota de una personalidad y un carisma que hace que se diferencie de otros muchos personajes que ha interpretado.
Otra cosa que destaco es el color de la imagen de la película, que es una especie de color antiguo, que se acerca más hacia el blanco y negro. Por lo visto, inicialmente querían rodar la peli en b/n, pero los productores, siempre metiendo las narices donde no les llaman, se negaron. De modo que el director se inventó una manera de oscurecer la pantalla muy original, que le da un toque a la historia muy adecuado, ya que está metida dentro de tramas de corrupción, mafiosos, etc. (parece que, después de todo, los productores sí sirvieron para algo aparte de dar el coñazo).
En cuanto a las versiones, no hay ninguna que me guste más; las dos son buenísimas. La original que se sacó en cines tiene una batalla final más "tranquila" (por decir algo) que se centra en la tensión y en el agobio, pues no sabes qué va a pasar (está muy bien para mover la pierna de la emoción), y tiene un buen giro de guión al final. La segunda versión (el llamado "director´s cut") tiene una batalla final con más tiros y más al estilo de Mr. Gibson, que, él sólo, es capaz de cargarse a un montón de asesinos a sueldo profesionales que actúan conjuntamente para matarlo a él. Impresionante. Quizás en ésta última versión se echen de menos algunas escenas de Lucy Liu haciendo de prostituta masoquista, que se cortan cuando en realidad se tendrían que haber dejado.
En conclusión, la mejor película de Mr. Gibson, y fundamental para toda persona en la faz de la Tierra. Un 11 y medio (de 10).

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